lunes, 10 de octubre de 2011

Entrevista a GM Shin

     La semana pasada se emitió un reportaje en RTVE sobre personas que vienen del extranjero y viven en Canarias. En el reportaje se hace una entrevista al gran maestro Shin. GM Daniel Shin es maestro de taekwondo y de hapkido de nuestra escuela (Doo Won). Varios de nosotros hemos tenido el placer de asistir a los seminarios de hapkido con él y con el GM Kim, y de haber pasado los exámenes de grado Dan con ellos. A partir del minuto 48 más o menos lo podéis ver.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/destino-espana/destino-espana-canarias-iii/1215014/

miércoles, 5 de octubre de 2011

Exhibición Extreme Team "The Legend"

     Esta exhibición fue preparatoria para los cursos que impartimos en Costa Rica. Este día faltaban 4 o 5 miembros del equipo. Recompusimos la exhibición antes de salir y no estuvimos muy finos, pero verlo ahora, años después, es un recuerdo impagable.

El bambú japonés

          Aquí os dejo un texto que encontré hace ya algún tiempo. Lo que nos dice bien se puede aplicar al aprendizaje del taekwondo o de cualquier otro arte marcial.


EL BAMBÚ JAPONES 

            No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de una buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra se impacienta frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡crece, maldita seas!"... 
            Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de treinta metros! ¿Tardó sólo seis semanas en crecer? No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
            Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces tratamos de encontrar soluciones rápidas, soluciones apresuradas sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere su tiempo. Quizás por la misma impaciencia, cuando aspiramos a resultados en corto plazo, abandonamos súbitamente justo cuando ya estábamos a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. 
            De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En estos momentos (que todos tenemos) recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que, en tanto no bajemos los brazos ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, si está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, estamos madurando. 
            Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia; es también un proceso de bendecir a la Madre Tierra, a las semillas, al agua que lo nutre, al aire que lo vitaliza y al Sol que le llena de mucha energía y fortaleza.